Mi estirpe, alentada por las riquezas que, según cuentan las leyendas, se hallan en su interior, ha intentado durante generaciones acceder a la cúpula de piedra, lisa, sin aberturas. Y todos, sin excepción, han perecido en el intento. Esta mañana, sin embargo, he conseguido abrir una brecha en el muro y entrar en ella. No he encontrado ni oro, ni plata ni joyas. Dentro no había nada, solo una sala oscura, vacía y húmeda. Pese a todo, cuando al llegar a casa me han preguntado qué tal, no he podido reprimir la más satisfecha y valiosa de mis sonrisas.
Este microrrelato ha participado -sin éxito-
en el Concurso de Microrrelatos "En 99 palabras"
organizado por Miguel Molina.
Si quieres leer el ganador y los finalistas,
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