Cuando un cliente, atraído por los maniquíes del escaparate, entra en el probador, lo desnudamos, decapitamos, depilamos y disecamos, para guardarlo poco después en el almacén, con los otros, hasta que encontramos un modelito irresistible, adecuado a su talla y porte, y renovamos de nuevo el escaparate.
Abandonada
Hace 4 días
8 comentarios:
Qué gusto ver que la primavera hace reverdecer el blog. Me gusta el micro.
Menos mal que no me gustan los escaparates.
Muy buenos estos presos que traes.
Besos
Eso sí que son víctimas a la última.
Me encandila esta imaginación sutil, sin artificios, con que das la vuelta a las imágenes. Sacudes sin mazazos.
¡Feliz retonno!
Jeje, casi me pasa a mí, tengo una edad en la que me gustan hasta las maniquís sin cabeza, joder con los traumas juveniles, como aparecen ahora.
En el almacén de los recursos humanos se prepara la personalidad permitida para su paso fugaz por el escaparate público de la sociedad del espectáculo.
Buenos días, Víctor:
Nos hemos permitido -gracias- trabajar con uno de tus micros en clase de Lengua.
http://trestizas.wordpress.com/2014/05/28/llueve-fuera-tambien/
Un saludo.
Gracias, Elisa. No sé si es la primavera o qué, pero bueno, esto estaba muy muerto. Un abrazo.
Tengo algún preso más por ahí, Ana, pero los iré encarcelando poco a poco. Abraçades.
Claro que sí, Miguelangel. Tanta moda y tantas leches. Un saludo.
Gràcies, Susana. Tornaré. No sé com ni de quina forma, però sí, tornaré. Una abraçada.
Qué edad ni qué ocho cuartos, Ximens. Si estás hecho un chavalote. Un abrazo.
Eso es, Xindansvinto. El escaparate pasa de detrás del cristal a delante del cristal. Los maniquíes no cambian mucho. Un saludo
Hola Aster. Me alegra que hayáis utilizado uno de mis textos para vuestra clase de traducción. Espero que hayan disfrutado. Sólo una cosa: "deseo" es "wish", no "wisk". No pasa nada, lapsus calami que nos ocurren a todos. Un abrazo y gracias a ti.
Publicar un comentario