martes, 7 de agosto de 2012

Incombustible


La vi y empezaron a saltar chispas, una de las cuales cayó cerca de mi pezón derecho. Suspiré y surgió una pequeña llama que poco a poco fue extendiéndose por el vello de mi pecho reseco. Soplar fue contraproducente porque el fuego se avivó e inflamó mis muslos. Intenté apagarlos con las manos, a golpes, pero se abrasaron también en el intento. Envuelto en llamas, solo pude arrodillarme y esperar. La combustión, lenta, me carbonizó de pies a cabeza. Las brasas, al fin, dejaron de crepitar. Quedé convertido en un puñado de rescoldos, de ascuas agonizantes. En ceniza fría. Y entonces la vi y empezaron a saltar chispas.

Microrrelato-Microficción-Hiperbreve-Microcuento