viernes, 31 de diciembre de 2010

Días contados


Un año de vida le queda, pronosticaron nada más verlo. No se equivocaban. Hoy le hemos arrancado la última hoja.

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Con esta cerilla descolocada
me despido del 2010
(que termina en menos de un minuto)
y os invito a seguir visitando
las Realidades para Lelos
el próximo año.
¡Feliz año nuevo a todos!

sábado, 25 de diciembre de 2010

Realeza ingrata


Aunque me portaba bien todo el año, ellos no lo tenían en cuenta y nunca me traían lo que les pedía. Y yo no entendía por qué. Nosotros en casa éramos pobres, y ellos reyes, o sea, que se lo podían permitir. Año tras año, desenvolvía el regalo, esperanzado, y sacaba un rompecabezas, un balón, un libro, pero jamás nada de lo que yo había escrito con buena caligrafía en la carta. Los muy desagradecidos, además, no dudaban en beberse la copita de moscatel y mordisquear los polvorones que les dejaba al lado del árbol, antes de marcharse a casa del vecino donde -a él sí- depositaban uno por uno todos los juguetes que había pedido. Mi odio fue acumulándose, poco a poco, chasco tras chasco, hasta que aquella navidad decidí pedir explicaciones.

Habiéndolo dejado todo a punto, la noche del cinco al seis de enero, por primera vez en la vida, dormí como un lirón. Al despertar, temprano, salté de la cama y corrí hacia el salón para ver si mi plan había resultado. Mis padres yacían en el suelo, al pie del árbol. Las copas de moscatel en las que, antes de acostarme, había disuelto una docena de pastillas, las del cajón de arriba, el que por nada del mundo podía tocar, también estaban vacías. Yo sólo quería dejar dormidos a los reyes magos, y pedirles explicaciones después, lo prometo.

Ese día me hice mayor. Tan mayor, que no lloré cuando abrí los regalos y vi que, por primera vez en la vida, me habían traído lo que había pedido en la carta.

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Este texto se incluye en
la antología de microrrelatos navideños
que regala hoy la
Internacional Microcuentista.
Pásate por allí y descárgate la publicación.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Medio llena


La cerilla de hoy (que llega tarde y está dedicada a
Agustín, que anteayer la echó de menos) es un poco más larga de lo habitual. Espero sepan perdonarme. Alea iacta est.


Microrrelato-Hiperbreve-Microrrelatos

Medio llena


Compré un décimo de todos los números menos uno: el que tocó. Esto también es suerte.


viernes, 17 de diciembre de 2010

Titiriteros


Recuerda a papá que baje la tapa del baúl antes de que se acueste en su caravana. Ya sabes que yo solo no puedo, y tú –qué voy a contarte- no puedes ayudarme. Acuérdate, por favor, que en este pueblo hace mucho frío y la madera es mal aislante. Y dile también que, si tiene un rato, me deslíe este enredo de cuerdas. Se me están amoratando las extremidades.

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Este micro participó -sin éxito- en la convocatoria semanal de Relatos en Cadena.


lunes, 13 de diciembre de 2010

Disculpen las molestias


La cerilla de este lunes viaja a toda pastilla en el De Lorean DMC-12 que conduce Emmett Brown pero las retenciones están en todas partes. Crucemos los dedos.


Disculpen las molestias

La máquina del tiempo llegará con retraso


lunes, 6 de diciembre de 2010

Correspondencia bélica


La cerilla de hoy, que terminaréis vosotros según vuestro concepto de fidelidad y confianza, puede encasillarse en el subgénero narrativo denominado literatura epistolar. Confío en que llegue el mensaje.


Correspondencia bélica

El sudario de Laertes quedó precioso.

Besos,


Penélope