lunes, 27 de junio de 2016

"Cien páginas de amor" y "Grageas 3"


Hoy he recibido dos antologías, "Cien páginas de amor" y "Grageas 3", publicadas en 2014 y 2015 en Argentina por Ediciones Desde La Gente y seleccionadas por Sergio Gaut vel Hartman, en las que se incluyen cuatro de mis microrrelatos: "Deus ex machina", "Cacería", "Pronominalización" y "Filtro de amor". 


Muy agradecido a 
por las gestiones.


PRONOMINALIZACIÓN

Para evitar el arco iris matutino de mis pies decidiste vaciar el cajón compartido de la mesita y llenarlo solo con calcetines blancos unisex. Conseguiste tu objetivo, pero ese día dejamos de ser tú y yo y nos convertimos en nosotros. Al principio, vivir en primera persona del plural fue divertido: nos quedábamos con hambre en restaurantes con recogemigas de plata, visitábamos exposiciones que no entendíamos, paseábamos con sueño las mañanas de domingo y sonreíamos en las fotos de las bodas de nuestros amigos. Pero el tiempo y el roce han ido desgastando el algodón y por mucho que lo intentamos las puntadas siempre se nos clavan en los dedos y los agujeros de los talones no terminan de quedar bien zurcidos. Por eso hoy he salido a la calle descalzo. Para que pueda regresar a tu singularidad y tú a la mía.


miércoles, 15 de junio de 2016

Sal de mi vida


Recoger las lágrimas con precaución, colocarlas en aquellas cápsulas encima del radiador de la cocina, donde tú nunca entrabas, esperar que el agua se evaporase y que aparecieran aquellos minúsculos cristales en el fondo, guardarlos en los pequeños botes de cristal con unos granos de arroz, para protegerlos de la humedad... Conseguirla fue laborioso, no difícil. A cambio, ahora dispongo de un buen repertorio, bien a mano, en el especiero, y le echo una pizca a casi todo. La de picar cebollas para que tu cena estuviera a punto y así evitar reproches y broncas la uso en las ensaladas; como la origina un agente externo es más suave. La de pena e impotencia por no poder comprar la ropa que me gustaba, porque según tú era demasiado provocativa, la utilizo en la sopa y las verduras. La de todas aquellas madrugadas en vela esperando con miedo tu regreso la guardo para la carne roja y los tomates en rodajas. La que recogía después de los gritos, los golpes y el portazo de rigor, más intensa y un tanto amarga, la echo en las palomitas de las tardes de sofá y cine con mis amigas. Y para los chupitos de tequila con los que brindo por mi nueva vida tengo reservadas las escamas que obtuve con las lágrimas de alegría que derramé después de gritarte, al fin, esas cuatro palabras que han devuelto todo el sabor a mi existencia.


Este microrrelato ha sido publicado 
en la sección "Los pescadores de perlas"
de número 390 de la revista Quimera.