jueves, 10 de diciembre de 2009

Cine de terror


A medida que la protagonista va subiendo las escaleras de la vieja mansión, a oscuras y en silencio, ella -medio engullida en la butaca de la fila siete- aprieta cada vez más fuerte la mano de su novio, que con cuatro arrumacos durante la cola para comprar las entradas ha conseguido convencerla para que vieran esa película. Como presiente el último sobresalto, ese previsible encontronazo con el supuesto psicópata asesino, cierra los párpados en un acto instintivo mientras sigue aferrándose con firmeza a la mano de su prometido, sintiéndose así más segura. Al instante se escucha en la sala, al unísono, un grito turbador. Y otro. Y otro. Y otro más. Cuando cesan los alaridos, abre los ojos y a su alrededor van surgiendo, poco a poco, los cuerpos desmembrados de los espectadores, las butacas ensangrentadas, las cabezas mutiladas. Incrustada en la butaca, con la vista fija en la gran pantalla –desde donde la protagonista, sentada en el último escalón de la escalinata, sonríe maliciosa- suelta asustada la mano de su novio, que cae a sus pies con un ruido sordo y se queda inerte con la palma hacia arriba.

19 comentarios:

Esteban Dublín dijo...

El cuento es terrorífico, Víctor, pero hay algo en la redacción al final que me despista un poco -desde donde la protagonista, sentada en el último escalón de la escalinata, sonríe maliciosa-. Si lo pudieras hacer más claro sin tantos explicativos, creo que te quedaría redondo.

Arcangelo dijo...

Joder, me recuerda al papel estelar de la cheerleader en el trailer falso de Thanksgiving...

Gore y jugosito, como a mi me gusta.

Claudia Sánchez dijo...

Y allí mismo y sin mirar hacia atrás, salgo corriendo de la sala antes de que me agarre.
Buenísimo Víctor! Me encantó!
Saludos!

Miguel dijo...

Estoy de acuerdo con Esteban, Víctor, el final es un poco predecible, pero aún asi sorprende tú genialidad a la hora de contar.
Un abrazo.

Miguel

David Moreno dijo...

Ahora recuerdo el porqué de no ir al cine de terror, jejeje

Un saludo indio

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

creo que Esteban lleva algo de razón.

de todos modos, lo que es la redacción y el uso de las palabras es de nota alta.

buen trabajo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

...eso sí que es terror!...jejeje...con final absolutamente inesperado! jajjaa


Un abrazo!

Víctor dijo...

Gracias por la crítica, Esteban. A mí tampoco me acaba de convencer ese final. O mejor dicho, el modo en que está redactado ese final. Le quita rapidez al texto. Miraré de reredactarlo. Un abrazo.

Arcangelo, no tengo ni idea de qué me hablas. ¿Thanksgiving? No me suena de nada ¿Te gustan gores y jugositos? En la próxima carnicería narrativa te aviso. Un saludo.

Bien pensado, Claudia, pero, antes de que te agarre ¿quién? ¿Descubriste al asesino? Gracias por el comentario.

Yo estoy de acuerdo con Esteban y contigo, Miguel. Pero creo que no le falla la predecibilidad, sino el redactado un poco agonizante, liado, demasiado subordinado. Lo tendré en cuenta para los próximos. Un saludo.

Víctor dijo...

Ay, No Comments... con esos temores no vas a poder ir a ningún sitio. Un saludo.

Sí, Daniel, creo que tú, Miguel y Esteban lleváis algo de razón. Bueno, en realidad, más que algo. Lo tendré en cuenta. Un saludo.

Inesperado por lo menos para la protagonista del relato, Neogeminis. Un abrazo y gracias por la visita.

Kutxi dijo...

Me gustó el relato, y no voy a ser tan duro con el final, que personalmente me pareció acorde con lo precedente, o al menos una resolución adecuada con lo que se venía planteando en la narración.

Original.

Buen texto, Víctor.

Un abrazo grande,

Kutxi.

Anonima Mente dijo...

Estoy con los que no les cuadra el final...no sé bien qué tiene o qué no tiene pero me deja algo desconcertada...no es lo que le va a la narración
Un abrazo!

Claudia Sánchez dijo...

Bueno Víctor, de lo que sí puedo estar segura en esta mini es que yo no soy la asesina. Y mi instinto me dice que o la protagonista de la película o la espectadora tienen altas probabilidades de serlo aunque también puede ser que la protagonista tenga un cómplice asesino en la sala para dar mayor realismo a su obra. Eso tiene de bueno la minificción, la posibilidad de interpretación del lector.
En cualquier caso, salgo corriendo igual. ;-)
Besos,

Víctor dijo...

Entonces espero que lo "precedente" te pareciera bien, Kutxi. Y no te preocupes, que ellos son duros conmigo (por lo del final) pero a mí me gusta. Hay que verlo desde fuera para poderlo pulir. Las críticas son bien recibidas. Un saludo.

Se procurará solucionar ese problema en las próximas entregas, Anonima Mente. La coincidencia de vuestras opiniones os da la razón. Un saludo.

Bien hecho, Claudia. Y no te gires mientras huyes, por si acaso. Ah, y yo tampoco tengo la solución: no sé si la asesina era la espectadora, o la prota de la peli, o algún compinche... Mejor así, ¿no? Que cada cual elija el final que más le convenga. Un saludo.

Martín Gardella dijo...

Este final si sorprende... y te deja todo manchado! Un abrazo

Víctor dijo...

Bueno, me alegra que éste te sorprendiera. Es que ya no sé como conseguir sorprenderte, Martín. Para las manchas, un poco de Cebralín, y listo.

Un abrazo.

Naida Saavedra dijo...

Sustooooooo
¡Y a mí que me encantan las películas de terror! Menos mal que soy de las que no cierran las ojos...

Víctor dijo...

Pues sí, Naida, menos mal que no los cierras. Porque yo sigo sin entender por qué la gente que no soporta mirar esas escenas, y que cierra instintivamente los ojos por miedo, sigue entrando al cine a verlas. ¿Masoquismo, quizás?

Un abrazo para ti, y otro para el Umbral.

Unknown dijo...

Tremenda escabechina en el cine.
Era como aquellas películas que en la crítica leías:" y al final de la balacera ,hasta el proyeccionista cayó muerto".

Víctor dijo...

Eso mismo, Carlos, tremenda escabechina. Y sin saber quién la provoca. Por aquí, utilizando el campo semántico teatral, solemos decir que "aquí no quedó ni el apuntador". Un saludo y muchas gracias por darte tan largo paseo por las Realidades para Lelos. Se agradece tal esfuerzo.