jueves, 27 de septiembre de 2012

La persistencia de la memoria


Hasta chocarse contra una pila de maderos que se mantiene inalterable junto a la chimenea apagada de su nuevo hogar. De todo es capaz el niño para llamar la atención. Pero sus padres no le hacen ningún caso. Inútiles son también los aspavientos ante la mesa, suplicando el postre, su lento deambular nocturno por el pasillo, arrastrando los pies, y los llantos que se oyen en el piso superior. Hay que hacer como si no estuviera, ordenó el psicólogo. No será nada fácil, pero tienen que aprender a ignorarlo. Solo de este modo lograrán lo que los demás ya han conseguido. Solo así podrán olvidar el incendio.

Microrrelato-Microficción-Hiperbreve-Microcuento

Este microrrelato ha participado
 -sin éxito- 
Esperaremos la nueva frase de inicio.

11 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Este micro se hace con la atención absoluta del lector gracias a esa atmósfera enigmática que exuda desde la segunda frase, Víctor. A partir de ahí, el engranaje de ocultación y demora con el que dotas al texto, mantiene el vértigo de la historia hasta ese final aspero y doloroso.

Ahora espero que los finalistas, cuando los conozca, justifiquen la suerte de este micro estupendo.

Un abrazo,

Rosa dijo...

La memoria nos juega malas pasadas y cuando somos conscientes de que no es real, duele, como tu micro.

Besos desde el aire

Nicolás Jarque dijo...

Víctor, te salió un relato inquietante con ese niño del "demonio", perdón por descalificar a tu protagonista. Pero es que le agarré miedo, esa es la verdad.

Buena aportación al concurso.

Abrazos.

David Moreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David Moreno dijo...

Veo que este año te has concentrado en rec, estás prolífico. A ver si en una de estas se reconoce tu valía.

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

Laura dijo...

Víctor, no sabía que participabas en el ReC asiduamente. Pero ya te he cazado y será difícil que escapes. ;)

Me encanta la intriga con la que has ambientado más de dos tercios del micro. Creo que no le sobra nada, y que tampoco le falta.

¡Buen micro amigo!.

Besos desde mis palabras que mañana relacionarán a los ganadores y mis humildes aportaciones a este evento.

Víctor dijo...

Todavía no he leído los finalistas, Pedro. Ahora le echaré un vistazo. Me alegra que te guste, y me gusta tu vivisección del relato. Abrazos.

¿Te dolió, Rosa? Vaya, lo siento, precisamente esa era mi intención ;) Un abrazo.

No te asustes, Nicolás, que solo es ficción. Aunque sí, salió la cosa un poco inquietante. Un abrazo.

Resulta que tengo un poco más de tiempo que el año pasado.O ganas, quién sabe. A ver si me seleccionan alguno. Habrá que seguir intentándolo, David. Un abrazo.

Pues no participaba demasiado, Laura, pero estos días tenía algo de tiempo y lo dediqué a eso. Muchas gracia por pasarte por aquí. Un abrazo.

Cortacuentos dijo...

Muy buen relato. Inquietante, bastante inquietante, pero muy bien hilado. Aunque en algún momento predije el desenlace "espiritual"(supongo que por esa intuición animal que a todos nos persigue) me ha gustado mucho.

Ahora solo queda que la suerte llame a la puerta, pues por calidad no será.

Una perta.

Víctor dijo...

Gracias, Cortacuentos. No pretendía esconder demasiado el desenlace, como puede verse por el título que tomé prestado de un cuadro de Dalí. Me alegro que te gustara. Y sí, habrá que esperar el golpe de suerte. Abrazos. Por cierto: ¿qué es una perta?

puri.menaya dijo...

el relato me gusta desde la segunda frase. Pero la frase de entrada se me hace cuesta arriba, demasiado larga, demasiado rebuscada, en fin, que no me suena bien. Y eso que cuando leeo el final entiendo una parte, esa chimenea apagada. A veces es dificil encajar las frases de Rec.

Víctor dijo...

Sí que es un poco larga la primera frase, Puri. No era muy fácil encajar esa frase inicial, no. Por eso (y otras cosas) supongo que no pasó la criba. Nada, a seguir intentándolo. Un abrazo y gracias por comentar.