Y nada más existió hasta el próximo tren. Ni las ojeras para recibirla de madrugada, sin avisar, ni las horas aprendiéndose aquellos versos que no pudieron ser recitados, ni las flores arrojadas a la papelera, ni la alianza confinada en lo más hondo del bolsillo, ni el beso apasionado, enmarcado en la ventanilla del vagón como en una pantalla de cine, ni el rato escondido en el baño del vestíbulo de la estación. Todo desapareció hasta el siguiente convoy. Incluso las seductoras y letales vías.
Este microrrelato ha participado -sin éxito- en el concurso de ReC
de Escuela de Escritores y la cadena Ser.
11 comentarios:
Una buena apuesta, Víctor, original y algo arriesgada, pero se sale de la norma y podía ser una muy buena candidata con esa concatenación de situaciones que se asemejan a los vagones del tren, cada uno con su carga.
Me ha gustado mucho ese cierre de las vías seductoras, que abre puertas menos románticas, y rompe con el ritmo de enumeración del micro.
Creo que no era una frase sencilla.
Hay que seguir, Víctor, sin duda. Aquí la diversión está en el intento.
Abrazo
Gabriel
Como se suele decir...Lo importante es participar y este es un muy buen intento.
Besos desde el aire
Los relatos que se pasean por los confines de lo esperable, y lo eluden con suma elegancia, me parecen admirables. Y valientes.
Me ha gustado mucho.
Bueno, pero hay que seguir intentandolo, yo como lectora gano al leer textos como los de este micro tan original.
Besitos
Bastante bueno. "Ni las ojeras para recibirla de madrugada..."
¡Saludos!
Bueno, Maite, esta semana no me rompí demasiado los cuernos pensando. Me salió a quemarropa, no tuve tiempo de repasarlo y solo pulí la última frase. Nada, otra vez será. Abrazos.
No era sencilla, no, Propílogo, pero no por ello hay qu abandonar. Un abrazo.
Pues nada, Rosa, habrá que conformarse con eso. Un saludo.
Me gustó tu comentario, Susana. Eso de pasearse por los confines de lo esperable tiene su miga. Un abrazo.
Sí, Elysa, y yo escribiéndolos también gano. Por lo menos en experiencia. Abrazos.
Gracias, Deigar. Me alegra que te gustara. Bastante. Abrazos.
Es muy bueno, a mí me gustó mucho. Eso de poder contar, en tan pocas palabras, siempre me ha encantado.
Saludos!
Muchas gracias, Ana Laura. Me alegra que te gustara. Contar en pocas palabras es fácil; lo complicado es contar bien en pocas palabras. Y a eso vamos... Un abrazo.
Estoy con Propi y Susana, y dale y sigue, sus y a ellos.
Muy digno intento con un final que me inquieta.
Abrazo
Vaya, pues muchas gracias Rosana. Le doy, aunque a mal ritmo. Para esta semana, nada de nada. A ver la próxima... Abrazos.
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