No creo en fantasmas, pero me dan miedo. Mi mamá dice que soy un cobarde, y por eso cada noche me plancha, me dobla y me guarda en el armario. Asustado hasta el último pliegue.
Este microrrelato participó -sin éxito-
en el concurso de microrrelatos de fantasmas
organizado por la Editorial Páginas de Espuma
10 comentarios:
Este es absolutamente genial. De manual de cómo escribir un micro perfecto. Un abrazo.
Un fantasmita adorable, aún con su miedo y todo.
Saludos.
Me ha recordado a Casper y a Chip (la taza de la Bella y la Bestia).
Un saludo.
Qué bonito y qué tierno Victor, pobrecito, qué miedoso.
Saludos
¡Pobrecito! en el armario se queda sin asustar a nadie.
¡Genial!
Besitos
Una sábana sin espíritu, jajajajaj.
Besos desde el aire
Pues que se le suba la autoestima a él y a ti: el micro es buenísimo. Toda una delicia para leer y disfrutar!
Besos,
Carmen.
Muchas gracias, Mar. La verdad es que a mí me gusta más éste que el que ganó el concurso, pero vamos, no seré yo quien discuta el fallo. Otro abrazo para ti.
Adorable y asustadizo, Paloma. Pero bueno, nada que no pueda solucionar una mamá con la plancha. Abrazos.
La verdad, Adrián, es que cuando escribí el micro pensé en un fantasmita tipo Casper, a la antigua usanza, con su sábana y eso. No he visto La bella y la bestia, así que me quedo sin saber qué relación tiene. Un abrazo.
Es que no siempre mato a los protagonistas, Enmascarado. A veces ya están muertos. Abrazos.
Como ese armario tenga espejos por dentro, Elysa, no solucionamos nada. Pero bueno, hay que intentarlo. Un saludo.
Muy asustadiza salió esa sábana, Rosa, muy asustadiza. Abrazos.
Muchas gracias, Carmen. Me alegra que te gustara. Gracias por comentar y regresa cuando quieras. Un abrazo.
Pues a mi este me encanta!!!
Un abrazo!
Y a mí también, José Luis. Me gusta más que el que ganó. Pero no seré yo quien se queje... Un abrazo.
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