lunes, 23 de abril de 2012

Feliz Sant Jordi



Regalen muchos libros y muchas rosas.
Pero no solo hoy.
Gracias.



(Fotografías de Chema Madoz)


9 comentarios:

Laura dijo...

¡¡Todos los días a ser posible!! o todos los días que sea posible, o casi todos los días que uno quiera.

FELIZ DIA y a disfrutarlo

Nicolás Jarque dijo...

Los libros y las rosas se deben regalar cuando venga en gana, si puede ser todos los días.

¡Felicidades por el día!

BB dijo...

La rosas, aunque hermosas, se marchitan y perecen. Los libros permanecen y te renuevan el placer cada vez que los tocas, que los lees. Todos los días son buenos para recibir o dar uno...
Felicidades para todos aquellos que vierten la maravilla de la palabra en ellos.
Besos, Víctor

CARO GARCÍA dijo...

Es una realidad que no me gustan las rosas, así como ninguna clase de flor. No las considero indispensables para reforzar una disculpa, materializar un sentimiento o deleitar la vista, aunque represente, para la mayoría, un lindo gesto.
Sí, en cambio, disfruto de un buen ramo de libros, que leo a mi ritmo pero nunca fallan. Y lo mejor, recrean mucho más que un par de sentidos.
Dios quiera, Víctor, que puedas obsequiarme/nos pronto un pimpollo de tu propio jardín, con los pétalos perfumados por esas palabras que tan bien cultivás y hacés florecer en cada uno de nosotros.
¡¡¡Besos!!!

Pablo Gonz dijo...

Se hará.
Miles de abrazos,
P

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Y cuando no puedan regalar rosas, ni ir al teatro o al cine, no dejen de regalar libros. Aunque haya que robarlos.

Un abrazo,

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Y cuando no puedan regalar rosas, ni ir al teatro o al cine, no dejen de regalar libros. Aunque haya que robarlos.

Un abrazo,

Rosa dijo...

Mejor un rosal y siempre tendrás rosas...Los libros hay que regalarlos, comprarlos, prestarlos, cambiarlos, liberarlos...Todos los días.

Besos desde el aire

Víctor dijo...

Mejor todos los días que sea posible. Y que sean muchos. Abrazos, Laura.

Sí, puede ser, Nicolás. Un abrazo.

Lo mejor, América, combinar un par de sentidos y leer un buen libro mientras se huele una rosa, por ejemplo. Abrazos.

Pues yo, Caro, disfruto con las dos cosas. Y combinadas, mejor todavía. A ver si se cumplen esos deseos tuyos. Ojalá. Abrazos.

Me alegro, pues, Pablo. Abrazos.

Sobre todo, si hay que robarlos, Pedro. Un abrazo.

El rosal ya lo tengo, Rosa. Creo que ahora plantaré un escritor para que me dé libros cada día. Un abrazo.