Antes de que vuelva papá de la guerra, esta misma tarde, tienes que lavarte la cara, ponerte el traje oscuro de los domingos, peinarte con la raya a la izquierda, echarte la colonia que te regaló y coger del jardín un par de las rosas que plantó antes de marcharse. Pero, sobre todo, tienes que secarte esas lágrimas y ensayar tu mejor sonrisa. Le encantaría ver que ya eres todo un hombre.
Este microrrelato participó
-sin éxito-
en el Relatos en Cadena
7 comentarios:
Ostrás, mientras escribía otro comentario he visto el sentido del relato... quizá cuesta un poco o será que yo estoy espesa.
Muy bueno, sí señor, ese condicional final lo dice todo.
Un abrazo
Soberbio, Víctor, un micro que bascula entero sobre un mínimo matiz; algo nada fácil de conseguir.
Con este me pasa como con algunos que he ido leyendo con esta frase de inicio tan generosa, que me da la pauta de lo difícil que es para el jurado de selección llegar a leer con calma los novecientos micros en dos días.
Mis aplausos para esta pieza que debería haber estado en la final.
Muy bueno. Este... a la primera.
jeje
Un abrazo.
Qué bien coses las palabras y que gusto dar llegar al final y entender a la primera, su significado, sin ires y venires.
Muy bueno, Victor.
Besicos
Qué buen ritmo, qué eficaz. Como ya te han dicho, se agradece la dirección clara y la firmeza, además del tintineo final. Un gran micro.
Abrazos
No sé si es que cuesta o es que estabas espesa, Ana, pero ya te lo dije: jugárselo todo a un condicional tiene sus riesgos. Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario, Pedro. Te doy la razón en lo de que es harto complicado elegir solo tres entre todos los que envían. A mí también me pasa eso de leer muy buenos micros que no pasaron a la final. Aunque eso no quita que sigan siendo muy buenos micros. Y ojo, que no hablo de el que he escrito yo. Abrazos.
Gracias, Rosy. Me alegra que no te costara demasiado. Un abrazo.
Un placer que lo hayas disfrutado, Carmen. Un abrazo.
Muchas gracias, Susana. Se agradecen también tus palabras. Una abraçada ben grossa.
Ese final es una delicia. Ya lo leí pero no me pude parar. El condicional de ese verbo es una mirilla por donde se cuela todo. Maravilla de micro, Victor.
Un abrazo,
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