viernes, 28 de mayo de 2010

Hipotecas


Sentado en la mesa de su despacho, el banquero carraspeó un par de veces, se disculpó, y continuó explicando las condiciones del préstamo a la joven pareja. Mientras les detallaba las cuotas mensuales, calló en seco, como falto de aire, y cubriéndose la boca con el puño cerrado tosió con fuerza repetidas veces. Pidió de nuevo perdón, bebió un sorbo de agua y prosiguió con los pormenores del contrato. Sin embargo, una tos profunda, asfixiante, le obligó a dejar la frase a medias, justo cuando hacía las aclaraciones pertinentes acerca de los intereses. Enrojeció, se quedó sin aire y cayó fulminado a los pies de la pareja.
El forense, tras extraer de la garganta tres asteriscos y un puñado de letras minúsculas, confirmó la muerte por asfixia.

31 comentarios:

David Moreno dijo...

Mientras lo leía me faltaba el aire y en ese final me costó respirar. ¡Qué sinvergüenzas!
Un placer leerte.

Un saludo indio

Sirhan dijo...

Te superas cada día. Un saludo.

Manu Espada dijo...

Normal que muriera afixiado, hay tanta letra pequeña en los contratos que te la meten doblada. Muy visual es final con los asteriscos y las letras, me ha gustado cómo pasa de repente del tono realista al fantástico, eso es un riesgo, pero lo resuelves bien.

Claudia Sánchez dijo...

¡Fantástico Víctor! Si unos pocos más se hubieran atragantado así, muchos miles se hubieran salvado.
Besos,

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Excelente!...muy lógica la muerte del banquero...semejantes condiciones asfixian a cualquiera!

abrazos.

David Baizabal dijo...

Muy bueno Víctor, se había atragantado las cláusulas ese cabrón. Tiene buena tensión el minicuento, me gusta.

Un abrazo

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

Es una maravilla Victor, me encantó. Perfectamente rematado al final.

9

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Extraordinario, Víctor.

Mar dijo...

Excelente Victor, supongo que se prodría llamar Karma pero a mi me gusta más pensar que es simplemente consecuencia.

Saludos.

mariajesusparadela dijo...

Lástima que en la vida real los que se asfixian son los otros y también por culpa de la letra pequeña y los asteriscos.

Anónimo dijo...

No me da mucha pena el banquero ;)
Muy bien mezclado lo real y lo fantástico, el extrañamiento que se dice.

Deu

R.A.

Torcuato dijo...

Hasta las ratas tienen un límite.
Es bueno.

Un abrazo Victor.

Martín Gardella dijo...

Les sucederá lo mismo a los que ofrecen créditos personales?
Buen remate! Un abrazo

Un Poco Rara dijo...

O era un inexperto o ya estaba tan lleno de asteriscos que no lo soportó. Como sea, bien merecido ese final. Malditas lacras chupasangre los banqueros.

Víctor dijo...

Eso intenté, Indio. Que os faltara el aire a vosotros y al banquero. Me alegra si (más o menos) lo conseguí). Un saludo.

Bienvenido a las Realidades para Lelos, Sirhan, y gracias por comentar. Espero volver a verte por aquí. Un saludo.

Sí, a mí también me gustó el cambio de planos, Manu. Intentaré hacerlo de nuevo. Un saludo.

En eso tienes razón, Claudia. Dios aprieta y al banquero asfixia. Saludos.

Me alegra que te gustara, Neogeminis. Un saludo y no te asfixies.

Víctor dijo...

Me alegra haber conseguido crear esa tensión que dices, Baizabal. Y sí, es un gran cabr**. Un saludo.

Gracias, Daniel, y enhorabuena de nuevo por el lema. Un saludo. Por cierto: ¿cuándo das las notas finales?

Gracia, Jesús. Como dice el subtítulo del blog, la realidad supura la ficción, y en este cuento todavía más. Saludos.

Muchas gracias, Alejandro. Saludos.

Sí, mejor llamarlo consecuenia, Marcia y compañía. Me alegro que os gustara. Saludos a todas.

Víctor dijo...

Una verdadera lástima, Mariajesus. Ya cambiarán las cosas, ya... Saludos.

A mí tampoco me da ninguna, Rosana. Incluso disfruté escribiendo el texto. Un saludo y decídete ya a abrir el blog.

Gracias, Torcuato. Hasta las ratas. Hasta los banqueros. Saludos.

Espero que les pase lo mismo a todos los usureros, Martín. Un abrazo.

Debía estar llenísimo, Un Poco Rara. Merecido el final del banquero, como tú bien dices. Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias Victor, creo que en otoño seguro que lo habriré.

Una abracada

R.

Anónimo dijo...

Ay abriré, perdón...me acabo de despertar
R.

Víctor dijo...

No holvides havisarme cuando lo habras, en hotoño o cuando sea. A Cortázar le hubiera gustado ese lapsus con la "h". Por cierto: menudo madrigón, ¿no? Saludos.

Anónimo dijo...

Te havisaré :DD
Normalmente madrugo más, ej que no se puede trasnochar.

R.

Anónimo dijo...

El que a hierro mata a hierro termina, dicen. Aunque ese hombre no sería un "banquero", sería un pobre comercial a sueldo. Los banqueros están en otros despachos y no llevan asteriscos en la boca. Tienes que hacer otro micro, Víctor, donde un banquero de esos se atragante con unos gráficos de beneficios. Y que reviente. Hala.

Víctor dijo...

Heso hespero, Rosana.

En eso de los banqueros y los comerciales tienes razón, Alberto. Y puede que sí, que tenga que hacer otro en el que se atragante con los gráficos. Saludos.

Walter dijo...

Esto es fabuloso, Víctor.
Felicitaciones!!!

Víctor dijo...

Fabuloso no sé, Walter, pero aplicable a cualquiera de las páginas de economía de cualquier diario de cualquier fecha, seguro. Lo podrías incluir en tus micros relacionados con noticias.

Un saludo.

Miguel dijo...

Genial, Víctor.
Imposible sobrevivir a tantas clausulas abusivas.

Miguel

Víctor dijo...

Al menos (y para que sirva de precedente) son ellos los que se atragantan con las cláusulas y la letra pequeña.

Saludos.

hipotecas barcelona dijo...

Muy buen post! Hay que ir con mucho cuidado a la hora de escoger una hipoteca ya que nos vamos a atar al banco de por vida.
Hay que invertir cierto tiempo en buscar...pero sale a cuenta.
saludos

Anónimo dijo...

Estoy con Walter, ¡fabuloso! Pero a pesar de todo y por desgracia, sin moraleja.
El sistema abusivo que montan es piramidal, nunca exponen los verdaderos beneficiados, siempre hay peones o escudos que ponen la cara por delante.
Gran día sería el que todos se vieran infectados por la neumonía avárica.
Enmascarado.

antonio larrosa dijo...

No conocia este espacio, pero gracias a Walter Giulietti ya puedes contar con otro seguidor, me ha gustado el relato . ya me extrañaba a mi que musiesen tantos banqueros de letritis aguda.

Clica sobre mi nombre

Víctor dijo...

Gracias, Enmascarado. Me alegra que te gustara. Y sí, tienes razón, pagan justos por pecadores pero... algún día habrá que repartir el botín. Un saludo y regresa cuando quieras.

Con mucho gusto, Antonio. Encontrarás las puertas abiertas. Un abrazo y hasta otra.