viernes, 21 de mayo de 2010

La lechera (bis)


Camino del mercado, iba la niña ideando negocios, proyectando que con las monedas que le dieran a cambio de la leche se compraría un canasto de huevos, y que de estos huevos nacerían pollitos, y que una vez crecidos los vendería y compraría un cerdo, y que cuando estuviera bien gordo lo vendería en el mercado y con lo que sacara se compraría una vaca y un ternero... cuando de repente tropezó y se le cayó el recipiente de la leche al suelo.

Recogió el tetra brick, se lo colocó de nuevo sobre la cabeza, y siguió caminando hacia el mercado, dándole vueltas a su futura explotación ganadera.

31 comentarios:

Gotzon dijo...

jejeje viva la tecnología.

Torcuato dijo...

Me has cogido a contrapie. Muy bueno.

Un abrazo Victor.

Miguel Molina dijo...

El progreso fomentando los sueños pero acabando con los cuentos. Buena paradoja.

Saludos

Manu Espada dijo...

La verdad es que estaría muy bien adaptar los cuentos clásicos a la época moderna, Por ejemplo, Caperucita cruzando el bosque en moto, Pulgarcito con un GPS, los Tres Cerditos viviendo en Seseña, en fin. Buena idea, te daría para un libro entero de cuentos de este tipo Víctor.

Isabel Mª dijo...

El teu tetra brick ens agafa desprevinguts. Molt bo. una abraçada.

David dijo...

Microcomentario para microcuento: muy bueno.

Anónimo dijo...

El final me pilló por sorpresa completamente. Enhorabuena por el blog, está genial.

europa en tandem dijo...

Buenas!
Aquí proponemos un concurso de microrrelatos solidarios, por si es de vuestro interés para participar o para difundirlo entre vuestros seguidores.
El concurso se desarrolla en nuestra página de Facebook, y en este enlace tenéis todos los detalles:

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Un saludo, y esperamos veros pronto por nuestro blog!

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Mar dijo...

Muy bueno, me encantó.

Saludos

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

jejejeje, me sedujo mucho el final. Muy pragmático el microrrelato.

8

David Baizabal dijo...

Buenísimo Víctor, qué buena tomada de pelo para el lector, buena narración. Me dejas la sonrisa en la cara.

Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Muy gracioso. El primer párrafo me pareció un dejá vú, en el final me sorprendiste para bien. Buena demostración de la importancia de los avances en el rubro alimentario. Buen relato! Un abrazo

Jesus Esnaola dijo...

Es genial la expectativa que creas con el relato. Todos conocemos el cuento pero te seguimos esperando el quiebro. Y aunque sabemos que lo habrá, nos lo comemos con patatas. Estupendo.

Un abrazo.

Miguel dijo...

Los tiempos modernos adaptados a los micro-relatos. Muy bueno, Víctor.

Un abrazo.

Esteban Dublín dijo...

Me late que el experimiento te ha salido muy bien, mi amigo.

Rufino U. Sánchez dijo...

Genial.

Walter dijo...

Muy bueno Víctor.

Víctor dijo...

¡Viva, Gotzon! Así por fin la lechera puede seguir con su cuento. Un saludo.

Pues no esperaba pillaros con éste, Torcuato. Un saludo.

Buena disyuntiva, Miguel: ¿qué preferimos: cuentos o sueños? Un saludo.

Pues la verdad es que sí, Manu. La Biblia y los cuentos tradicionales, modernizados o reversionados, son un filón enorme de microficciones. Saludos.

Víctor dijo...

Repeteixo, Isabel, que no esperava enganxar-vos desprevinguts amb aquest conte. Una abraçada.

Bienvenido (?) David a las Realidades para Lelos. Gracias por comentar. Un saludo.

Bienvenido tú también, Alberto, y gracias por comentar. Hago lo que puedo con el blog, así que me alegra que te gustara. Saludos.

Me miraré eso del concurso, Europa en tandem, pero desconfío de los concursos de votación popular (más contactos en redes sociales = más votos = no importa la calidad en el relato). Un saludo.

Víctor dijo...

Me alegra que os gustara, Marcia y compañía. Es dificil complaceros a todas. Saludos.

Pragmatiquísimo, Daniel. Ya no se lleva eso de los cántaros. Mejor envases irrompibles. Un saludo.

Repito que no esperaba que cayérais en la trampa, Baizabal. Pero me alegra que lo hiciérais. Saludos.

Bueno, Martín, a mí no me parece tan bueno, pero debo reconocer que os pillé desprevenidos. Saludos.

Víctor dijo...

Sí, ahí está un poco el qué del relato, Jesús. No en causar sorpresa con el final, sino en mantener el suspense, haciendo esperar al lector para que sepa qué sorpresa se lleva. ¿Con patatas? Jejeje. ¿Tomaran café los señores? Un saludo.

O viceversa, Miguel, los microrrelatos adaptados a los tiempos modernos. Un saludo.

Pues me temía que sería un fracaso enorme, Esteban. Nada sale como uno piensa. Un abrazo.

Exagerado tu comentario, Rufino. Pero me alegra verlo por aquí. Saludos.

Gracias, Walter. Cuando tenga un rato le doy un repaso a tu blog, que hace algunos días que no leo nada tuyo. Saludos.

Claudia Sánchez dijo...

Es genial Víctor! Tiene todos los ingredientes, final incluido. Me gustó mucho.
Besos,

Maga h dijo...

Buenísimo!

NiñoCactus dijo...

Je, je. Muy divertido. Cómo cambian los tiempos... Y los cuentos...
Un abrazo reciclable

hugo dijo...

Hola Víctor:

Me parece interesante el esfuerzo por darle una vuelta a la fábula.
Te destacaría dos aspectos:
Por un lado aparece un afán, marca de la casa, que es la de pillar al lector con el pie cambiado. En este, caso el lector esta muy en guardia, sabe que algo extraño sucederá, aunque no puede precisar el qué. El tetra es inesperado: tropieza la protagonista y el lector con ella.

El otro aspecto es la funcionalidad del tetra en la configuración de la protagonista: hay un toque esperpéntico que trasciende lo meramente patético. Las dos protagonistas, la de la fábula y la de tu micro adolecen de la misma paranoia sólo que a una se le cae una tinaja y a la otra un derivado del petróleo.

Me quedo con este aspecto final.

Como apunte, sólo como apunte yo la dejaría caminando hacia el mercado, lo de la explotación ganadera me resultó un poco redundante...ya sabés que yo siempre tengo que meter la pata, por más que tu digas que de lo que se trata es de dar una mano. Pues vale, esa era toda la intención del comentario.

Si pasas por el blosss tengo una de parafilias.

salut,
hugo

Víctor dijo...

Gracias, Claudia. Creo que no era más que un simple divertimento. Me alegra que gustara. Un saludo.

Bien, Magah. Trabajo hecho. Saludo.

Todo cambia, Niño Cactus. Menos lo malo. Un saludo.

Gracias por tu generoso comentario, Hugo. Me gusta que diseccionen mis textos y encuentren por qué funcionan y por qué no. Y tu propuesta abierta, yendo al mercado, me parece una buena opción. Ahora paso por tu blog. Un saludo.

Anonima Mente dijo...

Ummm...me gusta el tema de las actualizaciones de los cuentos y de los no cuentos, y además he leido otra "actualizacion" en el blog de Baizabal...esto huele a reunion de microrrelatos, si, creo que el próximo tema será "actualizando el cuento" o algo así. En breve. Vaya preparandose Víctor.
Un saludo

Jesús Contreras dijo...

:-) Buena actualización. Qué de recuerdos me traen los tetra bricks.

Saludos,

Víctor dijo...

Preparado estoy, Anonima Mente. Me gusta estas reuniones temáticas de cuentos. Así puedo airear los antiguos que ya (casi) nadie lee. Un abrazo.

Menuda duda me dejas, con eso de los recuerdos que te traen los tetra briks. Porque si me pongo a imaginar... Un saludo, Jesús.

Maite dijo...

Buena adaptación Víctor, y muy bien contado. Me han gustado mucho también las inspiraciones que ha tenido Manu con el resto de los cuentos, imaginarme a Pulgarcito con el GPS o a Caperucita en moto me ha encantado.

Víctor dijo...

Gracias, Maite. Es que Manu tiene una imaginación que no le cabe en la cabeza. Visita su blog, te lo recomiendo. Un saludo.