lunes, 24 de mayo de 2010

Planes de futuro


Después de varios intentos fallidos, el decimoctavo sapo de la mañana se convierte en un apuesto príncipe. La princesa solterona, tras unos breves momentos de confusión, queda maravillada ante la belleza del joven. El príncipe, espantado ante la fealdad de la chica. Vuelve a besarlo, con la mente ya puesta en la boda, la lista de invitados, el viaje de luna de miel, las cortinas del salón, los nombres de los niños, dos chicas y un chico le gustaría que fueran... Cuando separa los labios de su futuro esposo queda convertida en una rana. El príncipe respira aliviado y se marcha a paso ligero hacia el castillo. Silba con ímpetu para no oír cómo croa la rana, sola en la charca.

28 comentarios:

Torcuato dijo...

¡Qué desagradecido! Ja, ja.

Un saludo.

Claudia Sánchez dijo...

Hola Víctor. Este se me ha hecho un tanto previsible e innecesariamente largo en las visiones del futuro. Y la frase final, para mi gusto sobra.
¡Saludos!

David Moreno dijo...

Me atrevo con tu permiso a sugerir un par de cambios: eliminar la frase "dos chicas y un chico le gustaría que fueran" y también la frase final, "silba con ímpetu para no oír cómo croa la rana, sola en la charca".

Creo que el micro gana de esa manera.

Un saludo indio

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

Jejejeje, yo creo que está completo y redondo.

La última frase me gusta, está muy lograda y muy bien narrada.

8.5

Virginia Vadillo dijo...

Jajaj, la jugada le salió rana a la princesa! Y lo digo literalmente! ;)

Miguel dijo...

¡Y luego me decís a mí que mis historias son duras y crueles! Seguro que ésta no le va a la zaga.

saludos

David Baizabal dijo...

Estoy de acuerdo con No comments, así ganaría más fuerza. Aunque, por otra parte, me parece que esa vuelta de tuerca en el par sapo-princesa ya está un tanto gastado.

Mar dijo...

Me gustó, ahora hay que esperar que una princesa no la agarre pensando que se un principe... muy confuso

Jesus Esnaola dijo...

Hay que saber conformarse; si toca príncipe, pues príncipe; si toca sapo, pues sapo. Forzar las situaciones no suele llevar a buen final.

Un abrazo

Rufino U. Sánchez dijo...

Yo llevo días dandole vueltas al sapo y al príncipe pero no acabo de formarlo.

Me guto completo, yo no le quitaría nada.

Isabel Mª dijo...

Comparto con mi amiga Claudia, lo de que sobra la frase final pero por contra no sobran todas las expresiones de planes de futuro de la princesa que no deja sugerida la soledad de la ranita del final sion necesidad de escribirlo. Es como el cuento de la lechera mezclado con sapos, ranas, y princesas deseosas de cazar a un príncipe. Me gustó Victor.

Isabel Mª dijo...

Quise decir "nos deja sugerida", perdón...las prisas.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Típico...después que se sacó la maldición de encima...que se las arregle la otra pobre, como sea! ajajajaja
abrazos!

Manu Espada dijo...

Eso sí que es salir rana. Una revisión divertida del príncipe azul y la rana. No sé por qué me he acordado de un sketch de Martes y Trece.

Maite dijo...

Realmente me ha parecido un relato muy divertido y una sátira que puede llevarse fielmente a la realidad, mucho más que el cuento original.

Esteban Dublín dijo...

Es divertido, sin duda, y tu visión particular del cuento por excelencia siempre va a ser válida, pero aún así, me parece un tema excesivamente trillado.

Un abrazo.

Golfo dijo...

Y así se pasarán, eternamente, de unos a otros el papel...
...croaaaaak!

Víctor dijo...

Ya se la devolverán, Torcuato. Saludos.

Buagh, Claudia, no te gustó nada. Que pena. Bueno, pues a ver el próximo. Un abrazo.

Tantos retoques, Indio, significan que el micro no funciona demasiado bien. Nada, a probar con otro. Saludos.

Bueno, Deniel, por lo menos a ti te gusta. Saludos.

Algó así quería titularlo, Virginia. Un saludo.

Por ahí va, Miguel. Saludos.

Víctor dijo...

Sí, Baizabal, está muy gastada. Pero quise probar. El próximo será. Un saludo.

Demasiado confuso, Marcia y compañía. Saludos a todas.

Me hizo gracia eso de "si toca príncipe, pues príncipe; si toca sapo, pues sapo", Jesus. No lo forzaré. Saludos.

Me alegro por ti, Rufino. Saludos.

Bueno, Jesús, no hay razón clara. El primero convierte de príncipe a sapo y el segundo de princesa a rana. También podría ser así. Saludos.

Sí, más o menos la lechera + el príncipe encantado. Però no acaba de quadrar, així que el deixarem córrer. Una abraçada.

Víctor dijo...

Pues sí, Neogeminis. Una vez uno está a salvo, los demás la traen floja. Saludos.

Por lo absurdo de la situación te lo debió recordar, Manu. Saludos.

Me alegra que te divirtiera, Maite. Te sigo. Un saludo.

Trilladísimo, Esteban, pero no por eso voy a dejar de intentarlo. Unas veces no sale tan bien pero otras sí. EL mayor riesgo es no arriesgar. Un abrazo y dale con el libro.

Bienvenido, Golfo. Si el príncipe vuelve a besar a la rana quizás sí, pero elige marcharse y salir del bucle. Un saludo.

Martín Gardella dijo...

No se como se me había escapado este. Coincido en lo trillado del tema, pero también coincido contigo en que vale la pena intentarlo. Yo lo hice hace un tiempo, con mi serie "Besos". Un abrazo

Víctor dijo...

Claro que vale la pena intentarlo, Martín. Recuerdo tu serie, y no te diré que me inspiré en ella, pero algo ayudó.

Un abrazo.

Jesus Esnaola dijo...

Bueno, no me refería a ti, me refería a la princesa, tanto sapo besado.

Un saludo

Víctor dijo...

Capicci, Jesus. Últimamente ando un poco espeso. Un saludo.

Unknown dijo...

Hola Víctor; soy una nueva lectora de tus micros...Ya he comentado en otros.
Bueno, en primer lugar diré que el cuento podría llamarse "Planes sin futuro" porque al final los planes no le resulan a la princesa. (Es solo una idea).
En segundo lugar, toda la lista de los planes de la princesa para mí está bien porque por algo en el título está la palabra "planes".
En tercer lugar, me parece que la princesa se vuelve "rana" porque el príncipe no la ama, si la amara, él sería quien le hubiera dado el beso, en vez de que ella le dé el segundo.
En cuarto lugar,según yo, la frase final contrasta el hecho de que él se haya convertido en persona y ella en un animal, y refuerza el hecho de que a él no le importa la existencia solitaria de la rana e incluso intenta ignorarla ("silba con ímpetu para no oír).

Víctor dijo...

En primer lugar, Sara, gracias por leer estos micros y por comentarlos (tan extensamente). ¡Menuda disección hiciste del micro! Muy acertada, por cierto. Sobre el cuarto punto, más que no importarle la existencia de la rana, yo creo que sí le interesa, pero prefiere ignorarla, como bien apuntas.

Un saludo y hasta la próxima.

Puck dijo...

Hoy estoy de buscaranas, con tu permiso, me llevo este sapo principesco a www.charcaderanas.blogspot.com
Un saludillo

Víctor dijo...

Puck: todo tuyo. Y si te digo la verdad, ni recordaba ya este micro. Un abrazo.