viernes, 25 de septiembre de 2009

Génesis 7 bis


Durante los cuarenta días y cuarenta noches que duró el diluvio, Noé y compañía fueron simples náufragos a la deriva; los verdaderos amos del mundo fueron los peces.


(Publicado en la revista Siqmunda, nº 2)

15 comentarios:

sav dijo...

:) que bueno.

Saludos

Anónimo dijo...

... y ahora llevamos más de veinte siglos vengándonos: pronto no quedará ni uno. La venganza es un plato que se sirve frío.

Martín Gardella dijo...

Que lindo ser pez...
Buenisimo micro! Un abrazo

Belén dijo...

Y tan...

Besicos

Rafael Vázquez dijo...

Muy muy bueno, Víctor.
Desgraciadamente hoy lo naufragos son los peces.

Saludos.

Arcangelo dijo...

Estaba claro que tenia que estar ahí... Puede que quizá no solo sea un microcuento.

Víctor dijo...

Qué bueno... que te guste, Sav.

Tienes razón, Paseante, que se lo pregunten a los atunes.

Martín, ya lo decía Juan Luis Guerra eso de "quisiera ser un pez"... ¿no?

¿Y tan... qué, Belén?

Bueno, Rafael, quizás encuentren una pecera desierta.

Arcangelo: ¿te equivocaste de post al comentar o yo no pillo nada? ¿Quién tenía que estar ahí?

Claudia Sánchez dijo...

Me gustó! La Biblia es una enorme proveedora.
Saludos!

Víctor dijo...

Sí, Claudia, una enorme proveedora. Tiene tantos argumentos e historias como panes y peces.

Belén dijo...

Y tan jefes que eran los peces, hijo... tanta agua...

Besicos

Víctor dijo...

Ahora te entiendo, Belén. Porque... ¿Noé no llevaba peceras en el arca?

Javier Ortiz dijo...

Nunca nadie había reparado en ese pequeño detalle.

Saludos.

Víctor dijo...

Javier, supongo que Dios sí debió reparar en ello, ¿no? ¿O quizás los peces fueron los únicos no merecedores del castigo divino?

Miguel dijo...

Más de una vez me digo que somos nostros los extraños en este planeta.

Un abrazo.

Miguel

Víctor dijo...

Y aun así, Miguel, nos movemos por la tierra como peces en el agua. Aunque destruyéndola a toda prisa.