Nacieron, brillantes y súbitas, de un soplo, pero justo antes de explotar comprendieron que desaparecerían para siempre, convertidas apenas en un leve recuerdo. Como el primer hombre. Como este texto.
21 comentarios:
Anónimo
dijo...
Joer! Este micro es de los que me gustan un montón. Es que es como un frasquito de esencias: gota de surrelaismo, gotas de humor, gota de poesía, un poquito de tristeza de la buena y voila!.
Qué bonico(este lo muevas en concursos de hiperbreves).
Victor si Sergi está muy liado la cosa es sencilla. Copias el cuadradito ese donde pone finalista y luego pones el micro otra vez y encima o debajo o a un lado o como quieras pasteas el recuadro y ya está. Así figuras como finalista de la X y última(snif) edición del Diomedea.
Me gusta desde la ·P del título hasta lo "o" del final. Estupendo, Victor. El micro se convierte casi en la definición del título, pero también en su historia, pero el final es ...fantástico. Es casi como la vida misma, una pompa hermosa que acaba fúnebre, con suerte, u recuerdo para alguien.
Veo que sigues por el camino de hacer literales las metáforas. ¿Te imaginas que no tuviésemos la capacidad de abstraermos? En ese plan: "Le comí la boca", y se quedó sin labios. Muy plástico tu relato, mucho.
...son quizás las únicas pompas tristes que conozco, aunque breves...como todas !jejejeje... las de jabón son una belleza. Siempre logran cautivarme con sus colores cambiantes.
Me alegro de que te guste, Rosana. Y si quieres, perfúmate con él, jejeje. En cuanto blogger me deje (tengo serios problemas para editar una entrada, porque está como bloqueado y la informática y yo no nos llevamos demasiado bien) pongo el cuadradito, su enlace y lo que haga falta. Que no es por falta de ganas, es por imposibilidad. Un abrazo.
Gracias, Martín. Y que desaparezca o no, depende un poco de vosotros, los lectores. Un abrazo.
Me alegra volver a verte por aquí, Naida. Y másme alegra que te gustara el texto. Abrazos para ti y tus amigas del Umbral.
La muerte no es lo único que tenemos asegurado en esta vida, Thrillerlife: también tenemos asegurada la vida, ¿no? Un saludo.
Gracias por el comentario, Isabel. Pillaste bien el sentido del texto. Convertirseen un recuerdo es la única esperanza. "Non omnis moriat", decían hace siglos. Una abraçada.
Tienes muchas razón en eso, Manu. Y los ejemplos de tu blog son buenos y claros. Como te dije allí, abusar de ese recurso puede llegar a ser contraproducente, por previsible. Un abrazo.
En realidad, Neogeminis, me inspiré en las pompas de jabón para escribir el micro. Los tres (pompas, el primer hombre y este texto) nacen de un soplo (de un Dios para crear el hombre, de un niño para crear la pompa, y de un adulto para crear un texto), y los tres acaban desapareciendo. Con un poco de suerte, alguno permanece en el recuerdo. Un saludo.
Enhorabuena por el Diomedea Víctor. Está fenomenal el relato en tu línea del juego con las palabras, con las ideas, con las sensaciones. Francamente bueno. Abrazos Jesus
Esto de la muerte tiene más puntos de vista que un caleidoscopio. Subyace en nuestros temores primales,y con el tiempo,al tratar un tema del cual ningún viviente tenemos la experiencia,lo vamos deformando en progresiva mitología. Es posible que ésto influya en que intentemos dejar unas letras,un cuadro,una escultura o algún otro logro,por no ser olvidados.Y observando éste factor.a veces llego a pensar que lo sobrevaluamos.Que importan en realidad el olvido,o los lauros de la inmortalidad si como especie no hemos todos aprendido a convivir en paz.
Muchas gracias, Jesús. Debo reconocer que es uno de los relatos (míos) que más me gustan. Un saludo.
Sï, No Comments, el adjetivo no pega mucho, pero bueno, como todo, las pompas también están destinadas a morir y por tanto a ser un poco fúnebres. Un saludo.
Totalmente de acuerdo con tu reflexión, Carlos, aunque nuestra vanidad nos hace a veces que queramos sobrevivir por nuestras obras, sean éstas del tipo que sean. Y eso, en un planeta que está destinado a la extinción, no pasa de ser vanidad de vanidades. Un saludo.
Muchas gracias, Javier. Se agradece ese comentario. Un saludo.
¿Otra vez de paseo por mi blog, Jesús? Me alegra, sí señor. Normal que esperases más: llevo unos días liado y sólo tengo tiempo para escribir historias mínimas como ésta. Bueno, algo es algo. Un saludo.
Doncs, sí, Mònica, poquet poquet. Però bé, me'n sobra per poder fer textos mínims com aquests. Gràcies per comenatr i per passejar-te sense pressa pel bloc. Una abraçada.
21 comentarios:
Joer! Este micro es de los que me gustan un montón. Es que es como un frasquito de esencias: gota de surrelaismo, gotas de humor, gota de poesía, un poquito de tristeza de la buena y voila!.
Qué bonico(este lo muevas en concursos de hiperbreves).
Saludos anónimos ;)
R.A.
Brillante! Bien podría ser un discurso de un funeral a las brevísimas pompas. Gran final para un texto que espero no desaparezca jamás. Abrazo
BUE-Ní-SI-MO.
Todos nacemos para morir. Y sin embargo seguimos naciendo y muriendo.
La muerte es lo único que tenemos asegurado en esta vida.
Todo termina.
Genial
Salu2
Victor si Sergi está muy liado la cosa es sencilla. Copias el cuadradito ese donde pone finalista y luego pones el micro otra vez y encima o debajo o a un lado o como quieras pasteas el recuadro y ya está. Así figuras como finalista de la X y última(snif) edición del Diomedea.
Salut
R.A.
Me gusta desde la ·P del título hasta lo "o" del final. Estupendo, Victor. El micro se convierte casi en la definición del título, pero también en su historia, pero el final es ...fantástico. Es casi como la vida misma, una pompa hermosa que acaba fúnebre, con suerte, u recuerdo para alguien.
Petonets!
Isabel
Veo que sigues por el camino de hacer literales las metáforas. ¿Te imaginas que no tuviésemos la capacidad de abstraermos? En ese plan: "Le comí la boca", y se quedó sin labios. Muy plástico tu relato, mucho.
Perdona Víctor, te quería dejar un link con lo que quiero decir y se me ha pasado, aquí está:
http://manuespada.blogspot.com/2009/10/abstraccion-y-literalidad.html
...son quizás las únicas pompas tristes que conozco, aunque breves...como todas !jejejeje...
las de jabón son una belleza. Siempre logran cautivarme con sus colores cambiantes.
Hasta cada rato!
Me alegro de que te guste, Rosana. Y si quieres, perfúmate con él, jejeje. En cuanto blogger me deje (tengo serios problemas para editar una entrada, porque está como bloqueado y la informática y yo no nos llevamos demasiado bien) pongo el cuadradito, su enlace y lo que haga falta. Que no es por falta de ganas, es por imposibilidad. Un abrazo.
Gracias, Martín. Y que desaparezca o no, depende un poco de vosotros, los lectores. Un abrazo.
Me alegra volver a verte por aquí, Naida. Y másme alegra que te gustara el texto. Abrazos para ti y tus amigas del Umbral.
La muerte no es lo único que tenemos asegurado en esta vida, Thrillerlife: también tenemos asegurada la vida, ¿no? Un saludo.
Gracias por el comentario, Isabel. Pillaste bien el sentido del texto. Convertirseen un recuerdo es la única esperanza. "Non omnis moriat", decían hace siglos. Una abraçada.
Tienes muchas razón en eso, Manu. Y los ejemplos de tu blog son buenos y claros. Como te dije allí, abusar de ese recurso puede llegar a ser contraproducente, por previsible. Un abrazo.
En realidad, Neogeminis, me inspiré en las pompas de jabón para escribir el micro. Los tres (pompas, el primer hombre y este texto) nacen de un soplo (de un Dios para crear el hombre, de un niño para crear la pompa, y de un adulto para crear un texto), y los tres acaban desapareciendo. Con un poco de suerte, alguno permanece en el recuerdo. Un saludo.
Enhorabuena por el Diomedea Víctor. Está fenomenal el relato en tu línea del juego con las palabras, con las ideas, con las sensaciones. Francamente bueno.
Abrazos
Jesus
Me gustó y sólo una cosa mía, con lo bonitas que son las pompas de jabón, qué mal adjetivo es el de fúnebre cuando le acompañan. Ays
Un saludo indio
Esto de la muerte tiene más puntos de vista que un caleidoscopio.
Subyace en nuestros temores primales,y con el tiempo,al tratar un tema del cual ningún viviente tenemos la experiencia,lo vamos deformando en progresiva mitología.
Es posible que ésto influya en que intentemos dejar unas letras,un cuadro,una escultura o algún otro logro,por no ser olvidados.Y observando éste factor.a veces llego a pensar que lo sobrevaluamos.Que importan en realidad el olvido,o los lauros de la inmortalidad si como especie no hemos todos aprendido a convivir en paz.
¡Excelente!
Muchas gracias, Jesús. Debo reconocer que es uno de los relatos (míos) que más me gustan. Un saludo.
Sï, No Comments, el adjetivo no pega mucho, pero bueno, como todo, las pompas también están destinadas a morir y por tanto a ser un poco fúnebres. Un saludo.
Totalmente de acuerdo con tu reflexión, Carlos, aunque nuestra vanidad nos hace a veces que queramos sobrevivir por nuestras obras, sean éstas del tipo que sean. Y eso, en un planeta que está destinado a la extinción, no pasa de ser vanidad de vanidades. Un saludo.
Muchas gracias, Javier. Se agradece ese comentario. Un saludo.
¿Otra vez de paseo por mi blog, Jesús? Me alegra, sí señor. Normal que esperases más: llevo unos días liado y sólo tengo tiempo para escribir historias mínimas como ésta. Bueno, algo es algo. Un saludo.
Poc temps tens eh? jajaja. Curtet i contundent :)
Doncs, sí, Mònica, poquet poquet. Però bé, me'n sobra per poder fer textos mínims com aquests. Gràcies per comenatr i per passejar-te sense pressa pel bloc. Una abraçada.
Todo lo que nace esta destinado a morir sean pompas, sueños, textos o vidas.
Muy bien conseguido Víctor.
Saludossssssssss!!!!!!!
Muchas gracias, Miguel. Me alegra que te gustara. Un saludo y gracias por darte este largo paseo por el blog.
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