domingo, 24 de mayo de 2009

El insomio de Spiderman


Por culpa del zumbido de una mosca noctámbula, Peter Parker sigue dando vueltas bajo las sábanas, en su apartamento neoyorquino, sin poder pegar ojo. De pronto, gracias a sus superpoderes arácnidos, percibe el accidente en el teleférico, en las afueras de la ciudad, donde la vida de seis personas –entre ellas dos mujeres y un niño- pende literalmente de un hilo. Sólo él puede actuar con la rapidez necesaria; ni los servicios de emergencia, ni la policía ni los bomberos son capaces de actuar con tanta celeridad. Debe darse prisa: el deber le llama. Salta de la cama, se enfunda el ceñido traje azul y rojo y acude heroicamente al rescate, no sin antes lanzar por sus muñecas unos pegajosos hilillos hacia el techo y empaquetar a la mosca, con pacientes movimientos circulares, sin prisa alguna, en un sedoso capullo. El instinto es el instinto, lo demás puede esperar.

9 comentarios:

Claudia Sánchez dijo...

Juaass! Buenísimo! no iba a desperdiciar su bocadillo!
Me gustó mucho.
Saludos!

Habitaciones rojas, pensamientos negros dijo...

Muy divertido!!! jajaja

Gracias por pasarte por mi blog.

Besos rojos,
HR.

dijo...

Nyam nyam!!

jeje...

Naida Saavedra dijo...

Mira que bueno está este, deberías seguir con más de superhéroes :)

Víctor dijo...

Pues esa era mi intención, Naida, darle un poco más de cancha a la serie de superhéroes. Pero me quedé un poco en blanco. A ver cuando me animo, o mejor dicho, cuando me superanimo. Un abrazo.

Jesús Contreras dijo...

Hola, Víctor. El golpe final, 'el instinto es el instinto', es graciosísimo. La historia se lee rápido y atrapa, nunca mejor dicho, como una telaraña.

Víctor dijo...

Buen comentario, Jesús. Me alegra que te atrapase la historia. Saludos.

◊ dissident ◊ dijo...

Este cuento (me gustan mucho los superhéroes) es fantástico. Los instintos primarios de una araña...

Muy bueno!

Víctor dijo...

En alguna acepción del término "fantástico" sí puede decirse que este relato lo es. Habla de seres fantásticos, ¿no? Es que el instinto es el instinto, Dissortat. Una abraçada i gràcies per comentar-ne un de vell.