viernes, 24 de julio de 2009

Se busca príncipe azul


Durante años la princesa recorrió los reinos vecinos en busca de su príncipe azul pero a todos les faltaba algo para parecerse a la imagen prototípica que ella había ideado de él siendo niña; muy a su pesar, ninguno de los miles de apuestos galanes que encontró durante el largo viaje, solícitos y educados, consiguió cautivarla. Años más tarde, convertida ya en una vieja princesa solterona y decrépita, cayó en la cuenta de su error cuando tras un chequeo rutinario el médico de palacio le diagnosticó daltonismo.

20 comentarios:

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Bueno, bueno. Qué gran dificultad y no haberse percatado antes.

Lunhe dijo...

Ja,ja..... Este relato es buenísimo!!

Me parece hasta agresivo con las típicas descripciones de "cómo es para ti la persona perfecta". Muchas veces nuestro daltonismo nos pierde, sí.

Un besico.

Anónimo dijo...

Me gustó este lugar al que llego de nuevas un poco gracias a otros amigos de por aquí.
Vaya putada lo del daltonismo.
Yo lo padezco desde pequeñín.
Volveré.
Un saludo PAZ.

Esteban Dublín dijo...

GE-NIO.

¡Qué final!

Esteban Dublín dijo...

Hey, relato de concurso. Así que mándalo a cuanto concurso puedas, Víctor.

Severi dijo...

entonces para esta princesa los pitufos eran naranjas?
genial..me gusta porque es una radiografía social que refleja mucho de nosotros.
un placer leerte.
buen finde.
Marcos

El Cartero dijo...

ay ay ay, esta princesa!!!!

Se tendría que haber avivado antes! Quizás alguna vez buscando a la cruz roja en las páginas amarillas!!! O viendo el logo de Greenpeace!!

Definitivamente para esa princesa, la vida no era color de rosa =(

Posmoderna dijo...

Algunas, incluso son hasta ciegas y nunca fueron princesas.

excelente final.
saludos.

una más... dijo...

Qué suerte leerte cuando mi juventud aún está latente.. el lunes sin falta pido un chequeo urgente, creo que diste con la solución a mis dudas existenciales..no es que no existiera, es que es posible que sea daltónica! :P
Buff.. que peso me quitas de encima jajaj
Besos.. a todo color.

LA ZARZAMORA dijo...

Je, je. Qué bueno! Yo es que sigo esperando a Caperucito Rojo...

Un abrazo

Anónimo dijo...

¿Y no le extrañaba que no manchaba de azul cuando tenía la regla? ¡Que despistada!

Citopensis dijo...

Muy bueno.

(Spoiler/Dato importante para el cuento/Genética del relato corto y todo lo demás: es bastante improbable que ella descubriera de forma tan tardía su daltonismo pues su padre debía serlo por obligación (herencia autosómica recesiva en el cromosoma X) y no creo que se lo ocultara a su hija al ver como fracasaba su búsqueda del príncipe de marras).

(Comentario añadido: a no ser que el rey padre no fuera el padre en realidad lo cual dejaría a la reina en una situación de desagradable duda y explicaría el hallazgo infeliz de la protagonista del relato).

(Nada más).

Martín Gardella dijo...

Buen giro al final! Compartimos el tema de nuestras entradas esta vez, las princesas fracasadas, me gusta mas así! Saludos

Víctor dijo...

No se dio cuenta antes, Alejandro, porque el amor es ciego. O daltónico, que para el caso es lo mismo.

Amar a un ser perfecto, Lunhe, es demasiado fácil. Lo bonito, lo grande, es amar las imperfecciones.

Bienvenido y gracias, Luis. Vuelve cuando quieras. Tienes las puertas (o los puertos) abiertas.

Esteban, si te digo la verdad, no me gustaba mucho cuando lo colgué. Pero te haré caso. ¿Alguna página donde encontrar convocatorias de concursos, por favor?

Es el problema de las cánones de belleza, Severi, que nos hacen desear un ideal cuando lo que buscamos realmente es un príncipe rojo, o verde, o... Para gustos, colores, ¿no?

Es que estaba cegada de amor, señor Cartero. Espero la próxima misiva.

O son ciegas, Posmoderna, o no quieren ver. Que no sé qué es peor.

¿Qué tal el chequeo, Una más? Si no eres daltónica y sigues sin encontrarlo, búscalo de otro color.

Espéralo en casa del abuelito, Eva. Tarde o temprano aparecerá para traeros el desayuno.

Uff, Xarat, no caí en eso. Cosas de la testosterona. Caricias a Mahatma.

Citopensis: ¿los médicos de la época atemporal de los cuentos ya tenían esos conocimientos? Tu segunda versión, muy buena.

Es que entre los cuentos infantiles y la biblia, Martín, el filón es inagotable.

Saludos lelos a todos!!!

Esteban Dublín dijo...

minificciones.com.ar

Abrazos.

una más... dijo...

jajaj el chequeo regular.. me han dicho que qué historia es esa de los principes azules! :s creo que estoy perdida.. :P

Jesús Contreras dijo...

Hola, Víctor. :-) Muy gracioso el final. Buen micro. Si es que los príncipes deberían ser incoloros.
Sería un buen título quizá: 'El príncipe incoloro'

Un saludo

Víctor dijo...

Esteban y Una Más, siento el retraso en contestar, pero agradezco vuestro comentario. Saludos a los dos.

Me alegra que te guste, Jesús. Lo del título.. creo que lo de incoloro daría demasiadas pistas y perdería la gracia o sorpresa final. Saludos.

Jesús Contreras dijo...

Hola, Víctor. Me temo que te lié. Quería decir que el título 'El príncipe incoloro' podría ser un buen título para una nueva historia. Pensaré en ello.

Un saludo

Víctor dijo...

Si te sale algo con ese título, ya me lo dirás, Jesús. Un saludo y suerte.