viernes, 3 de abril de 2009

El atropello

A Rubén, que consiguió

meterme en mi cuento



Aquella noche le costaba conciliar el sueño. El calor era pegajoso y el silencio insoportable. Cansado de dar vueltas entre las sábanas, se levantó bruscamente de la cama y se acercó a la ventana. Le sorprendió ver a un tipo deambulando por las calles a esas horas de la madrugada y, tras alcanzar un cigarrillo de la mesita de noche, se apoyó en el alféizar para observar con calma sus movimientos. Aunque su silueta le resultaba familiar, no podía distinguirlo con nitidez. Los cuatro pisos que les separaban y la mala iluminación del barrio impedían que pudiera reconocerlo. El tipo parecía desorientado. O ligeramente borracho. Miraba a un lado y otro de la calle, como buscando algo. Entre calada y calada descartó que se tratara de un ladrón, pues no había ningún coche aparcado en la calzada peatonal. Vio cómo, tambaleándose, cruzaba la calle sin dejar de observar por todas partes, girándose a cada paso, intentando hallar algo que, por lo visto, no aparecía por ningún lado. El chirrido de unos neumáticos, acompañado del estruendo de un motor demasiado revolucionado, rompió el silencio. Desde la ventana pudo ver cómo un coche doblaba la esquina a toda velocidad y se abalanzaba contra el tipo de la calle, que no parecía darse cuenta de lo que sucedía, ensimismado en su búsqueda. Intentó alertarlo con un grito, cuidado, apártate, pero fue inútil. El vehículo arrolló su cuerpo, que quedó tendido bajo las ruedas, inmóvil. Bajó los cuatro pisos apresuradamente, sin pensarlo, con la esperanza de proporcionar algo de ayuda al accidentado, o por lo menos, identificar al conductor del vehículo. Salió del portal y encontró la calle desierta. Ni rastro del coche. Tampoco de la víctima. Absorto, miró a un lado y otro de la calle; atravesó la calzada y se situó en la acera opuesta. No había huellas de neumáticos ni manchas de sangre. Recorrió con la vista el asfalto, sabiendo que no encontraría lo que buscaba. Cruzó de nuevo la calle para regresar a su casa, cabizbajo, atemorizado. No supo qué había ocurrido hasta que escuchó en lo alto del edificio una voz de alerta, cuidado, apártate, pero ya fue demasiado tarde.


(Publicado en La Bultra, nº 1)

13 comentarios:

Lo dijo...

Publicat al núm. 1 de la revista La Bultra, o no?

Oriana P. S. dijo...

¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!

Sospechaba que el de la calle y el de la ventana eran la misma persona, pero algo así como cuerpo-espíritu y no con el giro de tuerca tiempo-espacio que le diste.

¡Muy bueno!

Oriana P. S. dijo...

Se me olvidaba... el tipo gritaría y sería atropellado eternamente, ¿no?

Bueno, bueno.
Abrazo.

Víctor dijo...

Gracias, Oriana. Me alegra que te gustara el giro de tuerca final. Y sí, supongo que el tipo gritará eternamente. A no ser que haya alguien más observándolo desde la ventana. En este caso, lo eterno sería el atropello.

Abrazos.

Susana Camps dijo...

Me encanta la iniciativa, me parece buenísima (y ni te cuento la de dedos que se van a levantar entre los microblogueros, jaja).

Como espectadora te diría que me ha gustado mucho el sonoro. Se me ha hecho larga la introducción (luego he comprobado que las proporciones son, efectivamente, muy distintas en tu micro), contundente el atropello y estupendo el giro de imágenes final. Y por último, ¿sabes que el Metro de Barcelona tiene abierto un concurso de videos? ¡Creo que éste encaja a la perfección!

Enhorabuena y besos.

Víctor dijo...

Muchas gracias, Susana. Si te digo la verdad (y a riesgo de parecer poco humilde) a mí también me parece buenísima la iniciativa. Muchas gracias por esa crítica constructiva. Nos servirá para ir mejorando. Y no, no sabía lo del metro de Barcelona. Le echaré un vistazo. Aunque ya te aviso que este vídeo es el primero de una larga (espero) serie de microrrelatos en imágenes. Una abraçada ben gran!

Susana Camps dijo...

Víctor, he venido a buscar la respuesta y veo que te he escrito donde no es (en el relato). Bueno, aprofito per suggerir-vos, si no ho heu pensat ja, que podrieu entrar en contacte amb Microteca, no trobes? Teòricament busca iniciatives originals como aquesta i podria aportar algun recolzament (si no econòmic, potser material, o què sé jo...). Petons.

P.S. M'encantaria veure't a la pantalla del Metro, mentre acompanyo els nens al col·le!!!

Víctor dijo...

És igual, Susana, escriguis on escriguis ho acabo trobant. A això del concurs de curts de TMB li he fet una ullada i hi ha molta qualitat, entre els concursants. I nosaltres, acabem tot just de començar. Però bé, m'ho miraré millor. I sobre això de la Microteca... sí, ja hi parlaré amb ells, tot i que el que tinc realment ganes de fer és anar-hi allí, en persona. Cuida't i gràcies per tot. Una abraçada!

Rufino U. Sánchez dijo...

Me gustó mucho. Un gran corto, una gran idea.

Maite dijo...

Víctor, está genial, me alegro mucho por ti, porque sé que esto te va a llevar muy lejos, estoy convencida.
Hace algunos meses hablé con mi hermano, que está metido en el medio audiovisual de hacer algo parecido, pero al final, por unas cosas o por otras se quedó en nada. Me alegra que tú lo hayas podido hacer realidad, creo que vas a abrir un buen campo de trabajo. Abrazos.

Víctor dijo...

Gracias, Rufino. Se hace lo que se puede. Un abrazo.

La verdad, Maite, es que llevaba mucho tiempo con esa idea en la cabeza y por un motivo u otro (siempre hay algo que retrasa los proyectos) no podía realizarla. Y ahora que ha surgido la posibilidad, pues manta a la cabeza y al lío. Somos principiantes, amateurs, se ve a la legua, pero si estamos aquí es para mejorar. Un abrazo, Maite.

Maite dijo...

Con tu permiso, me lo llevo para twitter

Víctor dijo...

Gracias, Maite, llávatelo para que cante, que yo no tengo todavía pajarito... Abrazos.