lunes, 27 de abril de 2009

La otra vida del árbol


Durante años, el árbol soñó con terminar sus días convertido en un libro. Creía que de ese modo ayudaría a sus congéneres, porque había observado que los hombres, entre otras cosas, no cortan árboles mientras leen. Por eso no se quejó cuando lo talaron, ni cuando lo trituraron para convertirlo en pasta, ni cuando, ya transformado en un montón de hojas de papel, lo introdujeron para su impresión entre los rodillos metálicos de la rotativa. El fin justificaba los medios. Ahora, tras alcanzar un inesperado éxito de ventas, reposa en los estantes de las librerías con el orgullo fingido de ser el mejor manual de tala de árboles que existe en el mercado.

1 comentario:

Juan Vásquez dijo...

jmm me ha gustado mucho, un final paradójico e impactante.