Abro los ojos y la encuentro tendida a mi lado, desnuda y sonriente, con una mano debajo de la almohada y la otra entre los muslos. En mis fantasías siempre la he imaginado de ese modo, acurrucada y tranquila, prisionera de sus sueños.
Me doy la vuelta con sigilo para no desvelarla y, acostada en el otro lado de la cama, topo con mi mujer, rígida y angustiada por las pesadillas, que se despierta con un humor de perros al mínimo ruido.
10 comentarios:
Mejor dormir solo que esposado acompañado reza el refràn.
Besos
M'agrada el fet de ser "presoners dels nostres somnis". No m'agrada el malhumor dels matins...
Victor, muy buena esta serie! Hay mas? Saludos
Ja,ja... me has hecho sonreir!
Me he visto reflejada en una de ellas, pero no te voy a decir en cual...
Excelente serie.
Un beso,
Eso de utilizar la misma palabra (esposas) para designar a las cónyuges y a los artilugios para apresarte las manos, Eva, da para pensar un rato.
Malauradament, jo no sóc presoner dels meus somnis, Ló, i no per això em sento més lliure. Contra el malhumor matinal, piscines de te i torrades de pa amb tomata: oli en un llum.
Gracias, Martín; y sí, como ves todavía hay más. Y los habrá.
Me alegra si te he arrancado una sonrisa, Clara. Qué pena quedarme con la duda de con quién te identificas.
Saludos lelos!
Promete la serie de Aldaba. me gusta mucho...
Beso rojos,
HR.
De repente la esposa se desdobló y él no se ha dado cuenta... o de repente esa tranquila mujer era el estado alfa en el que se encontraba la esposa antes de que la depertara un ruidito.
:o)
Sigo en el camino de las albadas.
Cuidado, HR, que a veces las promesas no se cumplen.
O de repente... tantas posibilidades, Naida... cualquiera posible... Sigue el camino, no tiene pérdida.
Vaya, vaya... mi mente me hace las mismas cosas a veces.
Voy a seguir leyendo. No me quiero perder una de esta serie :)
Suerte, Oriana, que la mente nos juega estas malas (?) pasadas a veces, que sino no sé cómo íbamos a soportarlo.
Un abrazo.
Publicar un comentario