miércoles, 17 de junio de 2009

Albada (V)


Aunque me he pasado toda la noche durmiendo a pata suelta me despierto agotado, con la sensación de no haber descansado nada durante el sueño. No entiendo cómo afuera todavía está oscuro ni por qué el reloj despertador de la mesita marca las veintitrés treinta, la hora en que, como hice ayer, suelo acostarme. Aún medio aturdido veo con asombro cómo la manecilla del segundero se mueve en sentido contrario, retrocediendo segundo a segundo, y me concedo unos minutos más de sueño, totalmente necesarios vista mi pésima percepción sensorial.
Me despierto al rato, ya más despejado, y miro de nuevo el reloj: las once y diez de la noche. He dormido veinte minutos, pero el tiempo ha corrido hacia atrás. Resignado, me levanto de la cama, me pego una ducha, me enfundo la ropa de trabajo, sudada y sucia de todo el día, y me preparo en un momento una cena ligerita y el bocadillo de la merienda. Debo darme prisa si no quiero llegar tarde: mi jornada laboral termina a las diez de la noche y sólo queda una hora.

9 comentarios:

Isady dijo...

Un mundo paralelo en donde las manecillas del reloj giran al contrario, y nuestra rutina empieza donde termina...

Muy buena historia¡¡¡¡ no habia pensado el mundo de esa manera...

Saludos¡¡¡

Habitaciones rojas, pensamientos negros dijo...

El juego del tiempo es magnífico!!! Me hizo recordar a la película de El curioso caso de Benjamin Button... A ver si ahora comienzas a rejuvenecer...

Beso rojos,
HR.

Víctor dijo...

El sueño de muchos ha sido durante años detener el tiempo, Isady; el mío es que corra hacia atrás, aunque sea sólo unos días. Convirtámonos en cronicidas antes de que el tiempo, el mayor homicida en serie de la historia, acabe con nosotros.

Pues yo no he visto la peli, HR, pero sí me leí el relato de Scott Fitzgerald. Buenísimo y lleno de guiños irónicos. Si te aburres, ahí te lo dejo:

http://www.aeromental.com/2009/02/05/cuento-completo-el-curioso-caso-de-benjamin-button-f-scott-fitzgerald/

Saludos lelos!

Clara dijo...

Si pudieramos retroceder en el tiempo en vez de avanzar... tal vez no volveríamos a cometer los mismos errores.

Un beso,

PS. Intento ponerme al día, tengo lectura atrasada

Miguel dijo...

Par adelante o para atrás siempre estamos esclavos del tiempo.

MIGUEL

Naida dijo...

Voy a la mitad de las albadas y ahora empieza a contar el tiempo hacia atrás!!!! Pero yo sigo adelante porque no tengo que terminar las albadas antes de que retroceda el tiempo y todavía no conozca tu blog.
Por cierto Víctor, quería mandarte un correo eletrónico pero no consegí tu dirección. Por favor métete en mi página web: http://www.naidasaavedra.com/el_umbral.html porque quiero discutir las albadas en las tertulias literarias que hago en mi casa y quisiera pedirte permiso para poner las reflexiones en la página. Espero tu respuesta, escríbeme un correo cuando tengas tiempito, si quieres. Un abrazo.

Víctor dijo...

O tal vez los cometeríamos dos veces, Clara. Yo también intento ponerme al día, tengo comentarios atrasados para responder.

Incluso cuando se detiene somos esclavos, Miguel. Un saludo.

Es un honor saber que todavía hay gente como tú, Naida, que lee entradas antiguas cuatro meses después de ser publicadas. Me alegra. En cuanto a lo de "El umbral", ahora busco tu correo y te lo cuento. Un saludo.

Oriana P. S. dijo...

No sé si lo de ir hacia atrás es una ventaja o una desventaja... claro que siempre puede intentarse vivir lo mismo de maneras diferentes, en consecuencia "lo mismo" no existiría.

Pero, en este caso, seguirá el tiempo retrocediendo o volverá a su cauce normal (sin cuestionar el concepto de "normal", claro) alguna vez?

Seguiré leyendo, porque creo que me estoy liando, jaja.

Abrazo.

Víctor dijo...

Si encuentro la respuesta a estas preguntas te las contesto ayer, o anteayer, ok? ;)

Abrazo.