jueves, 25 de junio de 2009

Fotomatón


Regreso a casa a paso ligero, por la calle casi a oscuras, pero el insistente zumbido del fotomatón, pegado a la puerta del supermercado, hace que me detenga. Por la ranura exterior va saliendo, a trompicones, una tira con cuatro fotos idénticas de una chica. Miro a mi alrededor y no encuentro a nadie esperando esas fotos; curioseo por debajo de la cortina –demasiado corta- pero en el interior de la cabina tampoco hay nadie. Me acerco un poco más y recojo la tira de fotos, en las que una joven preciosa aparece retratada con un gesto un tanto asustado. Se le habrá terminado la paciencia esperando, deduzco, ya se sabe que estas máquinas tardan una eternidad. Doblo la tira y la guardo en el bolsillo trasero. Recuerdo, de golpe, que tengo que renovar el permiso de conducir, por lo que me arreglo un poco el pelo y aprovecho para entrar en la cabina y hacerme unas fotos. Me cierro tras la cortina, introduzco un par de monedas, y sigo las instrucciones de una voz metálica que parece venir de otro mundo. Ajusto el taburete, encuadro los ojos en los óvalos de la pantalla y esbozo una sonrisa, mientras escucho la cuenta atrás del fotomatón: tres, dos, uno....

El fogonazo del flash me ciega durante unos instantes, me paraliza. Al cabo de unos estáticos minutos, bajo un ruido ensordecedor, me expulsan de la cabina, rígido, aplastado y con gesto de espanto. También a trompicones, pues la ranura exterior continúa siendo muy estrecha.

9 comentarios:

Johan Bush Walls dijo...

No quiero parecer un tipo al que le gusta molestar; lo que pasa es que siempre que leo un texto que me gusta, pero vero que tiene algunas cositas que se pueden mejorar, trato de dar mi opinión.

En este caso la historia está muy bien; pero tiene muchos adjetivos, en realidad a mi no me gustan los adjetivos, porque pienso que son la salida fácil para describir algo. Fuera de mi no afición a los adjetivos, de verdad creo que le sobran bastantes. Eso hace que la historia pierda fluidez.

Salú pue.

Claudia Sánchez dijo...

Espectacular maestro!
Hasta los puntos y comas bien puestos.
Saludos!

dijo...

Yo no quiero pasar por una incondicional, pero también me gusta dejar mi opinión para el autor y sus comentaristas.
Yo creo, Johan, que los adjetivos del texto son parte del estilo del autor: me parece que Víctor es más descriptivo de lo que a ti te apetece leer. Pero para ser consecuente con su propia forma de escribir, a mi me parecen necesarios. No sé cómo lo verás. Por ejemplo, es necesario especificar "rígido, aplastado y con gesto de espanto" para la comprensión del relato; aunque, sí, sería posible eliminar "preciosa" -son puros celos, Víctor ;)-.
A mi, me gustó. En general.

Anónimo dijo...

¿ Sabés? Hace tiempo que te leo, y más de una vez tuve ganas de dejarte un comentario. Y después de leerte, todo me parecía poca cosa.Sólo me quedaba a disfrutarte con admiración. Hoy, simplemente me pongo de pie en medio de la audiencia y te aplaudo con fuerza porque sigo sin hallar buenas palabras.Sinceramente

Víctor dijo...

No te preocupes, Johan, que no molestas. Todo lo contrario. De todos modos, releí el relato intentando depurarlo de todos los adjetivos que consideré prescindibles, y sólo pude quitar uno o dos sin que, en mi opinión, el relato cojeara. Tenemos gustos distintos, eso es todo. Gracias por tu opinión y saludos lelos!!!

Gracias, Claudia. Por cierto: espero que replantees tu decisión porque ¿a ver dónde leo yo ahora esos cortitos?

Pues pareces una incondicional, Lo, jejejejeje. Sí, yo también creo que el adjetivo "preciosa" sobra, pero me cuesta desprenderme del resto de calificativos, que considero sino necesarios, por lo menos no molestos.

Carolina, no te cortes y deja tantos comentarios como desees. Los agradezco. Pero no me vuelvas a decir algo así, que haces subir mis colores y el rojo no me sienta nada bien en la cara.
Saludos lelos al lado de allá!!!!

dijo...

ehh.. vale... se me vio el plumero...

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Muy buena historia. Muy interesante el blog. Me quedo (con su permiso, obviamente).

Oriana P. S. dijo...

Con adjetivos, con comas, o sin ellas, tu estilo me encanta, Víctor.

No me esperaba el final, no sabía por dónde ibas a salir... al final saliste por la ranura del fotomatón. Me gustó mucho.

Me uno al club de fans, jajaja.

Víctor dijo...

Lo, Alejandro... demasiado tarde para responder.

Éste es uno de los que más me costó, Oriana. Tenía la idea muy clara pero no sabía cómo tirarla adelante. El resultado final no me convence del todo, pero bueno, algo es algo... Un abrazo.